Lo que les voy a contar ahora es parte del desenlace de una historia que comenzó a contarse hace bastante tiempo atrás, 2015 para ser mas exacto, momento cuando Volkswagen (y Audi, su subsidiaria) fueron acusados de insertar en sus automóviles software engañoso que falsificaba los resultados de los reportes de contaminación.
Lo que en muchos países de nuestra región pudo haberse resulto en una par de llamadas telefónicas y apelar al olvido colectivo, para hacer pensar que “acá no ha pasado nada», allá en EE.UU. puede significar la apertura de un expediente que persiga a todo aquel que se atreva a engañar a alguien, sobre todo cuando el engañado termina siendo una normativa medio ambiental creada por varios países. Pues bien, aunque han pasado más de 2 años desde que Volkswagen fue descubierta en sus malas practicas, la ley de Alemania por lo visto no sufre de problemas de memoria y acaba de arrestar a Rupert Stadler, CEO de Audi, porque bajo el criterio de la justicia Alemana el acusado todavía podría incurrir en otros delitos.
El motivo de la detención es simple, Rupert Stadler está en serios problemas legales que todavía pertenecen a un proceso de investigación abierto, y los fiscales creen que en lo que queda de juicio el CEO pueda usar su puesto para eliminar evidencia que pueda seguir inculpando a él o a su compañía. Ante cualquier duda, mejor tenerlo “donde mis ojos te vean” y que la investigación descubra todo lo que tiene que descubrir sin que alguien vaya metiendo bajo la alfombra los errores.
En su momento, Volkswagen reconoció el hecho e indicó que entre 2009 y 2015, se vendieron solo en Estados Unidos cerca de 500.000 vehículos que engañaban a las pruebas de emisión de gases contaminantes. Y que en total, el software fue instalado en 11 millones de vehículos, incluyendo Volkswagen y Audi.
En lo que va de investigación, Volkswagen se habría comprometido a pagar la no despreciable suma de 4.300 millones de dólares luego de declararse culpables frente a la justicia de Estados Unidos, hasta ahí todo iba bien, pero en el último tiempo se descubrió que cerca de 40 empleados habrían sido descubiertos eliminando evidencia que los incriminaba, lo que finalmente alertó a la justicia Alemana, ya que el CEO de la compañía podría comenzar a hacer lo mismo para evitar que se sigan sabiendo detalles de estas -o quizá otras- irregularidades.
Por ahora Stadler se ha dedicado a negar todo nueva acusación en su contra, aunque dudo mucho que la justicia Alemana detenga a un CEO de una compañía tan grande como Volkswagen sin tener los motivos suficientes para no exponerse públicamente, en palabras simples, si lo arrestaron es porque lo descubrieron en algo extraño, algo que muy posiblemente pronto sepamos que es.
Fuente: BBC.
Autor: Elias Villagrán Donaire (Twitter).