Senado de Estados Unidos exige una revisión de seguridad para el viejo smartphone que actualmente usa Donald Trump.

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Por lo general, cuando hablamos del presidente de los Estados Unidos y sus pertenencias tecnológicas, todo nos lleva a una palabra en común: Seguridad, y es que no es para menos, estamos hablando de presidente de una de las naciones más poderosas del mundo, por lo que todo lo que el diga o haga con sus dispositivos móviles debe estar bajo estrictas medidas de seguridad, sobre todo en tiempos en que el espionaje entre naciones está tan de moda y donde claramente EE.UU. tiene muchos motivos por los cuales sentirse en la mira de alguna nación o grupos de ciberdelincuentes que quieran entrometerse en los asuntos de la nación.

Hace poco llegó un nuevo dueño de casa a la Casa Blanca, Donald Trump, el polémico nuevo presidente de Estados Unidos ya llegó a tomar el poder de la nación y junto con su forma de ser, también trajo un pequeño gran problema para la seguridad del país, o por lo menos así lo ven los Senadores de EE.UU. quienes protestaron abiertamente contra el actual smartphone del mandatario, un Samsung Galaxy S3, terminal que en este momento está en la mira de los agentes de seguridad por no ser precisamente sinónimo de seguridad.

Un grupo de senadores ha escrito una carta pública abierta, dirigida directamente al Secretario de Defensa de Estados Unidos, en donde le solicitan con urgencia que realice una investigación sobre la seguridad del «viejo Android» de Trump:

«Como bien sabe, los hackers a menudo apuntan como objetivo a ciertos teléfonos inteligentes, en un intento por obtener información confidencial y personal del usuario, estos informes son muy preocupantes.”

Es parte de lo que señala la misiva, detonada tras la viralización de una serie de fotografías donde se observa al Presidente Trump utilizando su Galaxy S III, mientras revisa serie de documentos que le fueron entregados durante la breve crisis tras el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte en territorio cercano a Japón.

Acá no hay mucho que analizar, claramente el Galaxy S3 de Donald Trump es un gran problema en la seguridad de los EE.UU. si el insiste en utilizarlo como su herramienta de trabajo y donde revisará documentos confidenciales, por lo que es muy probable que en las próximas semanas Donald Trump tendrá que hacerse a la idea cambiar su teléfono por uno que le brinde mayor seguridad, porque seamos honestos, si por estos días Android no es el palacio de la seguridad en un dispositivo móvil, que nos queda para uno que tiene mas de 4 años de vida y con un sistema que actualmente no tiene soporte por parte de Google. Está bien tener cariño por las cosas, pero siendo el presidente de EE.UU. el aspecto seguridad debe ser prioridad.

Autor: Elias Villagrán Donaire (Twitter).