Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, todo el mundo que rodea el gobierno de Estados Unidos ha cambiado bastante, el nuevo gobernante tiene sus propias reglas, muy distintas a las de anteriores mandatarios y no conforme con eso insiste en tomar decisiones que ponen en aprietos a los servicios de seguridad de su país.
Una de las primeras noticias que surgió luego de que Trump asumiera la presidencia del país del norte tuvo que ver con el smartphone que utilizaba, muchos podían imaginar que uno de los hombres millonarios del mundo llevara lo último en tecnología móvil, no importa si pertenecía al segmento a Android o al mundo Apple, de seguro el llevaba el smartphone más costoso y con mejor tecnología,…… y resulto ser que no, nada de tecnología avanzada, nada de materiales premium, el nuevo presidente de Estados Unidos tenías como teléfono personal un Samsung Galaxy S3, con todos los riesgos que conlleva en estos días tener un dispositivo con una versión de Android tan antigua y sin soporte.
Pues bien, luego de varias reuniones y recomendaciones por parte de los servicios de seguridad, lograron que Trump recibiera un nuevo smartphone, esta vez un iPhone y con bastantes limitaciones, no solo en hardware, sino que también en software porque este dispositivo tendría las cámaras desconectadas a nivel de hardware y una serie importante de restricciones en el software y conectividad, para que este smartphone pueda ser útil, pero de la manera más segura posible para el gobierno de los Estados Unidos y la seguridad del mandatario.
¿Cual es el problema ahora?, la relación entre el presidente y quien monitorea su smartphone, su jefe de gabinete, John Kelly, no es de las mejores y Trump habría vuelto a su vieja y mala costumbre de usar su antiguo teléfono (se presume que sigue siendo su Galaxy S3), y con ello vuelven todos los problemas que hubo al principio. Desde el interior de la Casa Blanca incluso dicen que le entregaron un iPad con el fin de hacer más fácil sus jornadas de Twitter, pero por lo visto para el no hay nada que satisfaga sus intereses como ese Galaxy S3.
Al parecer Donald Trump tiene la firme convicción de hacer la vida imposible a quienes buscan seguridad para el y su gobierno, y no queda mas que esperar a que los encargados de la seguridad de gobierno puedan convencer nuevamente al mandatario de cambiar su smartphone por uno mas seguro, o que de plano su Galaxy S3 vea terminada su vida útil y sea imposible seguir usándolo, cualquiera de los dos casos será bien recibido por la agencia de seguridad de Estados Unidos.
Fuente: Fayerwayer.
Autor: Elias Villagrán Donaire (Twitter).