Por el año 2014, cuando Microsoft anunciaba a todos su plan de conquistar el mundo con Windows Phone la policía de Nueva York tomó la decisión de hacer caso a los dichos y migrar a todos sus usuarios hacia un Windows Phone, pero con un plan a muy gran escala. La idea al principio sonaba interesante, mucho más después de las presentaciones por parte de Microsoft donde nos vendían su sistema operativo como la revolución de los dispositivos móviles, lamentablemente una cosa es lo que Microsoft pensaba y otra muy distinta la aceptación de la gente con dicho sistema, la cual fue baja (por ser suave en los dichos) y que finalmente terminó por hacer que Microsoft desistiera de sus planes y que todo quedara en foja cero.
Por esos años el plan de la policía de Nueva York fue drástico y ambicioso, invirtieron USD $160 millones en smartphones y dispositivos inteligentes para que la NYPD tuviera una plataforma unificada, utilizando como base telefónica a Windows Phone. En la practica la inversión consistía en adquirir más de 36.000 terminales Windows Phone, (modelos Lumia 830 y Lumia 640XL), pero su sistema operativo que por esos días era Windows Phone 8.1, ha finalizado su periodo de soporte por parte Microsoft, con lo que la plataforma quedo desahuciada y a la deriva.
Los nuevos planes de la NYPD consisten en cambiar la totalidad de los dispositivos con Windows Phone que tienen en su poder para por dispositivos con iOS, no se sabe que modelo en especifico será el que van a adquirir, pero si se sabe que el plan contempla ser llevado a cabo de manera escalonada y en lo que queda de año, no sería un cambio inmediato.
Para los que se preguntan el porque la NYPD se inclinó por comprar equipos con Windows Phone, la respuesta parece demasiado obvia e ilógica pero es real, los sistemas de vigilancia y bases de datos utilizados por la NYPD corren sobre plataforma Windows, y cuando Microsoft dejó de dar soporte a la plataforma móvil no quedaban muchos motivos para seguir con teléfonos obsoletos en los bolsillos de los funcionarios.
Fuente: New York Post.
Autor: Elias Villagrán Donaire (Twitter).