Para los que llevamos tiempo en esto de los teléfonos inteligentes se nos ha hecho casi una historia esto de la seguridad en los smartphones, al principio bastaba con un pin de 4 dígitos, pero con la llegada de las compras por medio de este dispositivo ya todo comenzó a necesitar más medidas de seguridad y así fue como llegaron los famosos “patrones de desbloqueo”, contraseñas, sensores dactilares y hasta incluso lectores de retina en el ultimo tiempo, todo para aumentar la seguridad en nuestros teléfonos. Las compañías no lo han hecho mal, pero siempre quedará una brecha de seguridad del lado del propio usuario del dispositivo, y lamentablemente no hay fabricante que pueda batallar con eso.
¿Se imaginan un día despertar y ver una notificación de tu banco que te diga que has realizado compras por USD$250 en comercios digitales?, lo sé, es una de las peores pesadillas para los que hoy manejamos todo de manera “inteligente” y que con solo un click podemos pasar dinero, comprar cosas y hasta hacer seguimiento de cada una de las transacciones que hacemos a diario. Lo primero que se me vendría a la mente sería una clonación de tarjeta de crédito, o una infección en la computadora que pudo haber robado las credenciales del banco, pero les prometo que lo ultimo que pensaría sería pensar en que uno de mis hijos es tan pillo como para haber realizado compras desde mi smartphone, mucho menos sabiendo que tengo todos los métodos de seguridad que mi smartphone me permite: contraseña y huella dactilar. Pues bien, los padres de esta historia que les voy a contar tampoco pensaron en que sus hijos serían tan astutos.
Bethany Howell, del estado de Arkansas se encontraba jugando Pokemon Go en su casa, mas ningún monstruo de bolsillo aparecía en sus alrededores, dado lo cual no encontró nada mejor que entrar a la aplicación de Amazon y gastar USD$250 en pokemonedas usando la mano de su madre, quien en ese momento se encontraba durmiendo.
Los padres actuaron como la mayoría hubiéramos actuado, pusieron todas las fichas a un ciberdelito y pensaron que habían sido hackeados, que sus claves habían sido robadas y sus datos de tarjetas vulnerados. La angustia familiar por lo visto fue tan grande terminó por colapsar la conciencia de la niña que no tuvo mas salida y asumió lo que había hecho mientras los demás dormían.
La respuesta de Amazon hacia los padres de la menor fue como siempre, luego de escuchar la historia -y como lo han hecho en otras oportunidades similares- devolvieron el dinero a los afectados, y la niña posiblemente se ganó un castigo que no viene nada de bien para estas fechas en donde los niños deben contar a Papa Noel que tan bien se comportaron en el año.
Puede sonar graciosa la historia, pero finalmente la divertida travesura de esta niña nos hace cuestionar que tan seguras son las medidas que hoy en día disponemos en nuestros teléfonos inteligentes, si una niña es capaz de robar inocentemente USD$250 dólares con solo una huella, ¿que podrán hacer los delincuentes?.
Vía: Wayerless.
Autor: Elias Villagrán Donaire (Twitter).